8/9/09

trenes

pensaba en los viejos raíles, en el muelle entero, donde al lado dormían los trenes que de nuevo al amanecer partirían hacia sus destinos cercanos o lejanos según dispondrían las órdenes humanas, mucho más que ahora, donde algún robot manda/decide más que cualquier deseo/órden humano... en aquel cielo azul triste cercano al gris infinito de las puertas de un limbo por conocer o extrañar, dependiendo de los dias, las noches, o mejor de las tardes, dónde aún habitaban, para explicarnos coincidencias e indecencias políticas y sociales, los periódicos llamados de tarde y hoy sencillamente idos, inexistentes, como si nunca hubieran existido, ni sus secuencias fijas, ni sus tintas en papel precario, ni lo que es más triste: sus contenidos de mentira o para sellar paces imposibles, pero siempre aturdidos con demasiados cargos de conciencia... y aún llegué a observar trenes con aquellos periódicos y revistas que lanzaban para vender en breves horas o minutos, aún llegué a observar...

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