27/10/09

óleos


otra vez el aroma de la trementina en el aire espeso de errores y cadmio derretido - atrae como recuerdo de infancia temprana donde acaricié los tres primeros pinceles manchando sus cabellos en la receta primaria (creo que el primer color fue el azul o el rojo, o los dos juntos...) - aquel y ese olor penetrante nunca se olvida, - se aparcó para que pasara una nube negra o parda, entre sucesos con las cosas sin color, sin aroma, sin aire, entre el gris mediocre y eterno, y sin los pliegos necesarios para pasar la ancha página y cortar una raíz extraña, fuera de contexto y cercano a la rabia, a lo nauseabundo, a la muerte falsamente atrapada detrás de cada puerta del castillo finito de la vida, del olvido... la trementina huele a la vez a rojo sangre: en metal de matadero y a parto - a través de su espejo se refleja todo y espero

11/10/09

lados

reitera una forma, de hecho dos, como montañas, lomas, lomos, tetas, pirámides, emes, no sé... reitero estas formas estos dias, pero quizás son de meses o años, tendría que remontar atrás y da pereza, pero podría... reeiterando se escribe, dibuja, pinta, esculpe, escupe, se crea... se duplica de nuevo todo, no exactamente igual, no, pero es un todo reiterado, persistente, terco y a la vez un poco y un mucho distinto a la vez, seguramente para avanzar o parecer que se avanza... reiterando damos vueltas por el mismo sendero en el borde del abismo... reitero la forma, las dos formas y no se para qué, o sencillamente porqué... como un espejo dentro de un cerebro se repiten, con miles de deformaciones, aunque serán formaciones primero, y son éstas las que no alcanzo, ni concibo principio ni final...son reiteradas variaciones sobre el mismo tema, modelo, pensamiento, sueño o recuerdo de algo que está ahí, posiblemente al lado mismo del lado mismo del mismo lado del lado mismo, mismo mimo, de lado...

9/10/09

huídos



Lejos, en el Espigón, los niños huidos de la siesta se persiguen al filo del mar.

(de eldígoras, relato muerte-nacimiento, en aürt del 83),

como final principio de un todo, con un orificio en una piel delicada del alma o del universo más aproximado, pero distante o desconocido (aparentemente), pero que en sueños azul pálido (no turquesa ahora) renace, languidece y cede a las presiones de la densa realidad. Densidades en encimeras de sueño con locuaces lucideces que enseñan, ensanchan, enganchan y soportan luces entre demasiadas sombras ausentes (o presentes).
Al salir nunca apagamos la luz. Es obvio...

6/10/09

desapariciones


Estás mirando una flor. Mira la flor, siente su belleza, pero no emplees la palabra belleza, ni incluso mentalmente. Contémplala, déjala que sea absorbida en ti, sumérgete profundamente en ella, pero no emplees palabras. Siente su belleza, pero no digas, "Es hermosa"; ni incluso mentalmente. No verbalices y gradualmente serás capaz de sentir la belleza de la flor sin emplear la palabra. Realmente no es difícil; es natural.

Primero sientes y luego surge la palabra, pero estamos tan habituados a las palabras que no hay una separación. El sentimiento aparece, pero no lo has ni sentido cuando de repente surge una palabra. Crea pues una separación; siente simplemente la belleza de la flor, pero no emplees palabras.

Si eres capaz de disociar las palabras de los sentimientos, podrás disociar los sentimientos de la Existencia. Deja entonces que allí esté la flor y que tú estés ahí, como dos presencias, pero no permitas que el sentimiento aparezca. No sientas ni siquiera que la flor es hermosa. Deja que la flor este allí y que tú estés allí, en un profundo abrazo, sin ningún asomo de sentimiento. Entonces podrás percibir la belleza sin sentirla; tú serás la belleza de la flor. No será un sentimiento: tú serás la flor. Entonces habrás sentido algo de forma existencial.

Cuando puedas hacer esto, entonces sentirás que todo ha desaparecido: pensamientos, palabras, sentimientos. Y entonces podrás sentir existencialmente.

Libro de meditaciones de Osho.